El monte del sacrificio y el fuego
Gn 22.2 y 8
Es una historia conocida (recapitular)
Ver 2 Moriah = Mor-Yah o Visto de Yah (Jehová).
Ver 8 Se proveerá.
Ver 2 Nótese el énfasis en tu único. Abraham ya tenía a Ismael (Hijo en la carne) pero Dios le dijo que este era su único hijo.
— Dios demanda que todo amor sea supeditado al amor sublime hacia Él. Si limpiamos lo baños, ofrendamos o evangelizamos, Dios no lo cuenta como obras en Dios, no cuentan a nuestro favor, a menos que sean hechas por amor a Él. Ap 2.1-5, las obras de esta iglesia eran conocidas de Dios mas no tomadas en cuenta pues Él quería "las primeras obras", las hechas en la primera caridad.
Ver 11 El Ángel de Jehová, ¿quién es? Es una manifestación de Jesús, porque admite adoración.
— Solo citar: Gn 16.7 y 13 (Hagar); Gn 22.11 y 12, 15 y 16 (Abraham con el cuchillo en la mano); Ex 3.2-4 (Moisés y la zarza); Jue 6.11, 19-23 (Gedeón). Son porciones que muestran claramente que el Ángel de Jehová era una manifestación visible de Dios.
— Jue 13.16-18 y 21-22
— El Ángel de Jehová: "no extiendas tu mano sobre el muchacho: Yo soy el Cordero del holocausto".
Ver 14 Juego de palabras: en lugar de visto de Jah, Jehová será visto o Jehová será visto.
— En ese monte, Moryah, Jehová vería y será visto.
Mil años después, el Rey David pone en su corazón hacerle casa a Jehová.
Pero ¿dónde? El lugar elegido nacería del mayor pecado de David.
Preguntar: ¿Cuál fue el mayor pecado de David?
El contar al pueblo, a los guerreros, pues este pecado costó 70 000 hombres.
— Dios quería que tanto su pueblo como sus reyes confiaran en Él solamente y no en la fuerza de su brazo, en enormes ejércitos, en caballos o en carros.
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Adán puso nombre a todos los animales: "caballo" es sus que significa saltar (en el sentido de omitir algo, pasar por encima). Dios no quería que su pueblo pasase por encima de un problema, omitiéndolo o saltando sobre él sino que lo enfrentara; por eso, Israel no debía hacer alianzas militares con otros pueblos.
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La promesa a Abraham fue de que su simiente no se podría contar (Gn 15.5).
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Los reyes de Israel no podían multiplicar caballos para sí, y por ende, tampoco carros (Dt 17.16).
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Israel debía confiarse de Jehová y no en carros o en caballos Sal 20.7-8.
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El pueblo (hombres en edad de servir militarmente) no se debía contar (1Cr 27.24).
— 2Sa 24.1 ¿Jehová incitó a David a pecar? Comp. con 1Cr 21.1.
— Tanto las leyes físicas como las espirituales han sido establecidas por Dios. Lo que resulte bajo la operación de esas leyes se dice que es Su obra: ¿cae una manzana al lanzarse hacia arriba, sigue subiendo sin parar nunca o se queda flotando? Cae, porque Dios estableció la ley de la gravedad. ¿Es condenado el hombre pecador si no se arrepintiere antes de morir físicamente? Sí, porque Dios lo ha establecido así. ¿Es Dios quien lo ha condenado al suplicio eterno? No, el hombre mismo lo hace: Jn 12.48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará en el día postrero.
— Ahora bien, el hecho de que David contara al pueblo fue la consecuencia natural de la condición de mundanalidad y orgullo en la que habían caído tanto el pueblo como él mismo. Entonces Dios "lo incitó", porque desde el principio había ordenado de tal manera las leyes del espíritu que tal acto pecaminoso debía ser el resultado natural de tal estado pecaminoso. No fue difícil para Satanás tentarlo en esa dirección pues vio la puerta abierta.
Leer 1Cr 21.14-31 e intercalar la lectura con los comentarios siguientes:
— 1Cr 21.14-20 El Ángel de Jehová escogió un lugar específico para que David construyese un altar a Jehová: la era de Ornán Jebuseo que quedaba en la cumbre de un monte. David subió hasta allí (ver 20), hizo el altar, ofreció holocaustos y sacrificios e invocó el nombre de Jehová.
— 1Cr 21.21-25 Nota que tanto la era como todo lo que se gastaría en aplacar la ira de Dios debería salir del bolsillo de David: no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.
— 1Cr 21.26-27 Cuando David sacrificó e invocó el nombre de Jehová, Dios se agradó de los sacrificios y de su contrición y le contestó con fuego del cielo sobre el altar (ver 27).
— 1Cr 21.28-31 Viendo que Jehová le había oído, David quiso seguir sacrificando a Jehová pero el altar del holocausto estaba en Gabaón (ver 30) y no podía ir allá por el pavor que tenía a causa de la espada del Ángel; así, decidió seguir sacrificando allí mismo.
Leer 1Cr 22.1-2 "Dios me escuchó aquí, ¡esta es su casa! Aquí le construiré casa física"
David juntó y aparejó todo los materiales necesarios para la construcción de la casa a Jehová, aunque fue su hijo el que la levantó ¿Y cuál es el monte donde estaba la era de Ornán Jebuseo y donde se levantó dicha casa? Lea usted mismo el ver 1 del cap 3 de 2Cr.
¡Moryah! el lugar donde Jehová vio el sacrificio y donde el Ángel de Jehová... ¡donde Jehová fue visto!
Mil años después, aparece Jesús en un Israel del que solo quedaba Judá, viviendo una religión muerta y sometido al yugo romano. Aquí, la historia se divide en una interpretación literal de la ley y una interpretación espiritual.
Leemos Jn 11.45-57. Muchos creían en él como el Mesías pero según la interpretación literal que los sacerdotes y fariseos daban de la ley, Jesús era digno de muerte por haberse hecho igual a Dios en varias ocasiones. La ley ordenaba que todo criminal y ofensor de la ley fuese ejecutado fuera del campamento (ciudad): Nm 15.32-36, Lc 4.29 y Hch 7.58.
Sin ser consciente, Caifás profetizó que Jesús debía morir por toda la nación y por el mundo entero. La interpretación espiritual es que Jesús debía morir siendo cordero de expiación y el cordero del holocausto que Dios se proveería.
Lv 16 establecía que el sacrificio de expiación debía ser degollado en el santuario del Templo, su sangre ser esparcida sobre el propiciatorio y puesta sobre los cuernos del altar y, finalmente, que su cuerpo, piel y estiércol fuesen quemados fuera del campamento. Jesús, el Cordero de Dios, fue "sacrificado" fuera de la ciudad, pero como enseñaba el Rev. Luis M. Ortiz, su sangre no cayó a tierra, sino que subió a los cielos y aún está en el altar, frente a la presencia de Dios.
Efectivamente, Pablo, haciendo una comparación entre las cosas terrenales y las celestiales, menciona varias cosas a las cuales los cristianos nos hemos acercado cuando hicimos profesión de fe, incluyendo a la sangre del esparcimiento, allá en los cielos, Heb 12.18-24.
Ahora, quiero llamar vuestra atención sobre el "aposento alto". Se cree que en este sitio tomaron lugar varios eventos descritos en el Nuevo Testamento:
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La preparación de la última cena de Pascua de Jesús, Lc 12.12, La palabra usada por Lucas es "aposento alto".
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Jesús lavó allí los pies de sus discípulos, después que compartieran su última cena de Pascua, Jn 13.1-5.
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El aposento alto:
velo roto
Footnotes
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^ ¿Por qué Reina y Valera usaron la palabra caridad cuando en ese entonces también existía la palabra amor?
En el antiguo español, amor significaba Inclinación, ó afecto á alguna persona, ó cosa. Blandura, suavidad. Caridad, por el contrario, se definía como consistente en amar á Dios sobre todas las cosas, y al próximo como á sí mismo.
El griego tiene cuatro palabras que se traducen como amor, pero no significan lo mismo. Así, el amor al chocolate, a los sobrinos, a la novia, a los amigos y a Dios son diferentes "amores" para los cuales se usan palabras diferentes.
Si bien Reina y Valera usan también la palabra amor en su traducción de Las Escrituras, cuando se encuentran con la palabra ágape, la traducen como caridad. Ágape es usada en la Biblia para referirse al amor puro, deliberado y sacrificado.
El amor ágape puede implicar la despreocupación por uno mismo y la preocupación por el mayor bien del otro. El ágape no nace de las emociones, los sentimientos, la familiaridad o la atracción, sino de la voluntad y como una elección. El amor ágape exige fidelidad, compromiso y sacrificio sin esperar nada a cambio. Aparece más de 200 veces en el NT. El amor de Dios al enviar a Jesús a morir por nosotros cuando aún éramos pecadores, es el perfecto ejemplo del amor ágape.
El amor de Dios al enviar a Jesús a morir por nosotros cuando aún éramos pecadores, es el perfecto ejemplo del amor ágape. El amor de Dios no es sentimental; es parte de Su carácter. Dios emana Su amor de lo que Él es. Por eso 1Jn 4.8 dice que «Dios es caridad [ágape]», lo que significa que Él es la fuente del amor ágape. Su amor es inmerecido, misericordioso y sacrificado.
La caridad es el tipo de amor que Dios demanda para con él y con el prójimo; es una elección, un esfuerzo deliberado que se demuestra a través de la acción.
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^ Pablo, en Hebreos 9 expone el simbolismo del Lugar Santo y el Lugar Santísimo, lo mismo que del tabernáculo del desierto que precedió al templo de Salomón. Aquéllos con sus muebles se describen en Hebreos 9:1-7, y el resto del capítulo aclara el significado simbólico. Representan el templo del Cielo. El sumo sacerdote era un tipo de Cristo, y la sangre llevada al Lugar Santísimo por el sumo sacerdote era un tipo de la sangre de Cristo. El Lugar Santísimo representa un santuario en el Cielo donde Jesús entró con Su propia sangre para hacer expiación por los pecados del mundo. El hecho de que el sumo sacerdote entrara una vez al año solo con sangre en el Lugar Santísimo, tras el velo de separación, significaba que aún no se había dado a conocer el camino al verdadero Lugar Santísimo. Por eso, cuando Cristo murió en la cruz, "el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo" (v. 51). Cuando Cristo murió, se manifestó el camino al Lugar Santísimo.
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^ En el antiguo español, igual que bacía, «Pieza, ó vaso grande de metal, ó barro hondo y regularmente redondo, que sirve para varios usos. La que usan los barberos para bañar la barba».